Nos hemos quitado desde hace muchos años los estigmas y los prejuicios. Hoy en día, aunque algunos y algunas no lo quieren ver, las mujeres hacemos lo que queramos, sin tener que decir nada a nadie. Y una de las mejores formas de sentirnos libres y con vida, es viajar y hacer turismo. Si a esto le sumamos que las mujeres tenemos un paladar perfecto para los vinos, pues oye, que mejor forma de disfrutar de la vida que sorbo a sorbo. Es decir, haciendo enoturismo. Sin duda, el turismo que más nos gusta hacer.
Vivimos en una sociedad donde el turismo se ha convertido en el motor del país. Hace décadas era la industria, pero la vida ha cambiado, y ahora lo es el viajar y consumir ocio. Esto provoca que cuando llega una pandemia el país se tambalea, pero creemos pensar que esto no pasa todos los años. Por eso, entendemos que un país, una comarca o una ciudad apueste por el turismo como forma de vida. Y son muchas las zonas que desde hace años lo llevan haciendo. Hoy os quiero contar mi experiencia haciendo enoturismo por una zona de España, que en los últimos años está ganando cada vez más adeptos.
Y es que en España para hacer enoturismo no hace falta irse a Castilla y León, con sus diferentes zonas de vino, tampoco a la más que conocida La Rioja con sus afamados caldos, ni tampoco a Galicia para tomarse sus Alvariño. En España lo que ahora se lleva es hacer enoturismo en Alicante. Sí, la zona con más sol del año, ahora también ofrece la posibilidad de disfrutar de días de sol y de vino disfrutando de paisajes y una denominación que es única en el mundo.
Una visita sencilla
Os voy a contar mis dos planes. La primera vez que hizo enoturismo en Alicante lo hice con una visita a las bodegas de Bocopa. Como no sabía cómo iría la cosa, empecé por algo sencillo. Una visita turística, una cata de vinos y una tapa de lomo y queso. Sin duda para abrir boca lo mejor que puede haber. Tuvimos una proyección de vídeo de cultivos y elaboración de vinos, luego una visita a la bodega donde pudimos ver las plantas de embotellado, depósitos de fermentación y cava de barricas, y para terminar con degustación de vinos y regalo de sombrero de yute.
En esta visita turística de enoturismo en Alicante a estas bodegas pude descubrir dónde y de qué manera fermentamos los vinos tranquilos y espumosos de calidad. Lo que más me sorprendió fue la impresionante cava con más de 1000 barricas de roble y si tengo que definir algo es que disfruté mucho degustando los vinos del Mediterráneo en un exclusivo showroom. El tiempo total fue de dos horas y todo ello por 9,50 euros.
Visita gourmet «MISTER CHEF»
Bueno, quizás sí. Porque tanto me gustó esta primera experiencia, que aposté por una segunda. Ahora con más amigos y subiendo el listón. En este caso, tres meses después volví y realicé una visita gourmet «MISTER CHEF». Fue así. Primero una cata de maridaje con un “Chef de altura”. Tuvimos la bienvenida y regalo sombrero de yute, que ya era el segundo que tenía. Una Proyección video de elaboración junto a la visita guiada por la bodega. Un brindis M. Espumante en el Showroom, con cata Maridaje de 5 vinos + 4 tapas cocinas fusión alicantina e internacionales y para terminar, la despedida y la posibilidad de compra de vino. Todo ello por 18 euros por persona. La verdad es que nunca pensé poder disfrutar de unos vinos al mismo tiempo que aprendía cocina, pero está claro que en Alicante se puede hacer esto y más.
Así pues, esta es la opción de enoturismo que ofrezco a todas las mujeres que les guste este mundo. Una visita a unas instalaciones que están ubicadas en una parcela de 7.000 metros cuadrados en Les Pedreres, dentro del término municipal de Petrer y que cuya primera piedra se puso en el ya lejano 1999. Entonces invirtieron 250 millones de las antiguas pesetas para acometer las infraestructuras necesarias para duplicar la producción de vino de entonces. Y recientemente, estas mismas instalaciones se han vuelto a ampliar. Toda una gozada en todos los sentidos.