Las enfermedades de las encías pueden tener repercusiones que van más allá de la salud bucal. Las bacterias que intervienen en ellas pueden pasar al torrente sanguíneo ocasionando problemas en el sistema circulatorio y en el aparato respiratorio.
Todo suele empezar con una higiene dental insuficiente. Los odontólogos de Clínica Doctor Clavero, una clínica dental de Valladolid con más de 25 años de experiencia, señalan que cuando la placa bacteriana se asienta en la boca, y no se retira a tiempo, se transforma en sarro. Un agente dañino que destruyen los tejidos que soportan el diente: las encías, el hueso y la propia pieza dental. Como veremos más adelante, las bacterias presentes en la boca pueden interferir en otras partes de cuerpo.
Las enfermedades en las encías son bastante frecuentes. Se calcula que un 25% de las personas mayores de 20 años tiene alguna enfermedad que afecta a sus encías. El Instituto de Investigaciones Dentales de EE.UU. afirma que entre un 5 y un 20% de la población de este país norteamericano sufre formas graves de enfermedades periodontales.
Conozcamos un poco mejor qué enfermedades son estas.
Gingivitis.
Es una infección bacteriana de la parte de las encías que recubre la zona sumergida del diente. La causa fundamental de esta enfermedad radica en una higiene bucal insuficiente.
Las bacterias que habitan en la boca se mezclan con los azúcares y almidones que se desprenden del masticado de los alimentos, formando una película pegajosa llamada placa bacteriana. Esta placa ha de eliminarse con el cepillado después de las comidas.
Si no se hace así, la placa tiende a endurecerse bajo la línea de las encías formando el sarro, una costra de difícil eliminación. El sarro contiene y protege una alta proporción de bacterias que termina infectando el tejido gingival.
Fruto de esa infección, las encías se irritan, se inflaman, se enrojecen y tienden a sangrar con facilidad. En especial, durante el cepillado.
Existen determinadas condiciones que facilitan la aparición de la gingivitis. Es, por ejemplo: fumar, tener la boca seca, una alimentación pobre en vitamina C, la existencia de dientes torcidos y, por supuesto, una pobre limpieza bucal.
Los cambios hormonales también facilitan la aparición de la gingivitis. Es el caso del embarazo. La producción desproporcionada de estrógenos y otras hormonas durante la gestación hace que las encías de la mujer embarazada se sientan desprotegidas ante la acción de las bacterias. Del mismo modo, el empleo de la píldora anticonceptiva o ciertas alteraciones en el ciclo menstrual pueden favorecer la aparición de la gingivitis.
Es primordial la detección temprana de la enfermedad y su tratamiento. Cuanto antes se aborde la gingivitis, más probabilidades hay de revertir sus efectos. Una infección de este tipo maltratada evoluciona hacia enfermedades bacterianas más agresivas. En concreto, la periodontitis.
La periodontitis.
Como hemos dicho, la periodontitis es la evolución dañina de la gingivitis. En este caso, la placa bacteriana ha conseguido abrirse un hueco entre la encía y el diente, por lo que pasa a infectar la encía por dentro.
El desarrollo normal de esta enfermedad es la formación de bolsas de placa bacteriana que se van alojando entre la pared sumergida del diente y el tejido blando de la encía. Destruyendo tanto uno, como otro y llegando a erosionar el hueso alveolar que sujeta la pieza dental. La periodintitis es la causa más habitual de pérdida de piezas dentales en personas adultas.
La periodontitis presenta diferentes grados de desarrollo. En un estado inicial, el sarro ha conseguido crear una cuña entre el diente y la encía, traspasando la línea. Con la periodontitis moderada se empieza a conformar una bolsa de bacterias en el interior de la encía, justo por debajo de donde emerge el diente. Con la peridontitis severa se han formado ya varias bolsas de placa bacteriana que van avanzando hacia la raíz.
La acción de estas bacterias no solo consigue que la pieza dental original se caiga, sino que van destruyendo el tejido óseo maxilofacial que la sujetaba. El mayor peligro aparece cuando las bacterias logran entrar en el torrente sanguíneo.
La periodontitis y las enfermedades cardiovasculares.
La plataforma profesional Perio Expertise señala que existe una relación directa entre la periodontitis y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares que se ha estudiado ampliamente en las últimas décadas a través de ensayos clínicos, ensayos con animales, estudios in vitro y revisiones sistemáticas a pacientes afectados.
Las investigaciones arrojan a la luz el dato de que cuando la placa bacteriana accede en masa al torrente sanguíneo tiende a depositarse en las paredes de venas y arterias, formando una placa de ateroma que va cerrando el vaso sanguíneo, dificultando el paso de la sangre. Esto puede llegar a producir trombos.
Los hallazgos científicos demuestran que las bacterias de origen periodontal son un factor activo que promueve el desarrollo de aterosclerosis. Los estudios realizados hasta el momento han encontrado una asociación clara y directa entre los procesos de periodontitis severa y prolongados en el tiempo y la aparición de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Un dato que es independiente a la existencia de otros factores de riesgo como el tabaquismo.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Enfermedades crónicas infecciosas como la periodontitis juegan un papel importante en el desarrollo de estas malatías, doblando el riesgo de padecerlas.
Aunque aún es necesario realizar más estudios clínicos al respecto, todo apunta a que un tratamiento de curación de la periodontitis mejora indirectamente la salud cardiovascular del paciente.
Para no alarmar al lector, una cosa que hay que tener en cuenta, es que la interferencia de la periodontitis en la salud cardiovascular se suele dar en casos severos de enfermedad en las encías, que lleva años incubándose. De todos modos, debido a su gravedad, las enfermedades periodontales no son un asunto que se debe dejar pasar.
Si las sufres, cuando antes lo abordes en tu clínica dental, mejor.
La periodontitis y otras enfermedades sistémicas.
La Revista Cubana de Estomatología recoge que en los últimos años se han publicado diversos informes que asocian la periodontitis en estado severo con diferentes enfermedades sistémicas como alteraciones cerebrovasculares, obstrucciones respiratorias y diabetes mellitus.
Según los investigadores cubanos, una vez las bacterias periodontales entran en la sangre, pueden distribuirse por el resto del cuerpo y afectar diferentes órganos internos. Un ejemplo de ello es la diabetes mellitus, por la cual las bacterias infectan diferentes órganos como los riñones, haciendo que el cuerpo sea incapaz de detectar la cantidad exacta de azúcar en sangre.
Los lipopolisacáridos (L.P.S.) y las bacterias gramnegativas y citoquinas presentes en la placa bacteriana, con un fuerte poder inflamatorio, una vez entran en el torrente sanguíneo, pueden afectar la salud general del paciente.
Un efecto concreto es la relación que se ha descubierto entre las madres embarazadas que padecen periodontitis y el riesgo a sufrir partos prematuros. Debido a los cambios hormonales propios del embarazo, las enfermedades periodontales tienden a agravarse. Esto favorece que la placa bacteriana entre en la sangre llegando hasta la placenta del feto. Cuando el cuerpo percibe que la proporción de bacterias puede poner en peligro la formación del niño, inmediatamente desata los mecanismos de parto para poner a salvo al bebé, aunque este aún no esté formado del todo.
Hay médicos que exigen más investigación sobre el tema para que exista una mayor evidencia científica; sin embargo, este es un indicio cada vez más aceptado por la comunidad médica internacional.
Como tratar las enfermedades de las encías.
Lógicamente, estas enfermedades se tratan en clínicas dentales que tienen especialidad en periodoncia.
Para abordar la gingivitis lo habitual es recurrir a la profilaxis. Una limpieza profesional profunda con la que se elimina por completo la placa bacteriana del conjunto de la boca. Incluso de los rincones más profundos.
Para tratar la periodontis el procedimiento es más complejo. En este caso hay que proceder a un curetaje dental de la zona afectada. Un tratamiento que también se conoce como alisado o raspado reticular. Se elimina el sarro depositado en la parte visible del diente, pero además, se levanta la encía para realizar una limpieza más profunda. Destruyendo las bolsas que se hayan formado entre los tejidos blandos y la parte sumergida del diente.
En los casos más críticos de periodontitis se puede llegar a requerir la intervención de un cirujano bucal. El cual abre una incisión en la encía para efectuar una limpieza minuciosa de la zona afectada.
En ocasiones, el tratamiento se puede complementar con el suministro de antibióticos y antiinflamatorios que favorezcan la curación del paciente.
Una vez se ha tratado la enfermedad en las encías, el paciente debe seguir las instrucciones de odontólogo especialista para evitar que la enfermedad se reproduzca.
La mejor forma de prevenir estas enfermedades es practicar una correcta higiene dental: cepillado de dientes dos veces al día y uso de hilo dental una, y efectuar una revisión anual en nuestra clínica dental habitual.
Las enfermedades en las encías ponen de manifiesto la importancia que tiene la salud dental en nuestro estado general de salud.