Una persona puede ser caracterizada por un amplio abanico de cuestiones. Su físico o su personalidad son dos de ellas, pero ni mucho menos son las únicas. En los párrafos que vais a leer a continuación, vamos a hablar de un factor que también tiene su importancia a la hora de decidir cómo es una persona: la ropa que lleva. Sin duda, es uno de los apartados que habla sobre cada uno de nosotros y nosotras y que, en efecto, describe nuestra manera de ser, de actuar y de enfrentarnos ante las múltiples situaciones que la vida nos va plantando en el camino.
Ese es el motivo por el que siempre debemos cuidar de nuestra ropa. Y, en este sentido, nos hemos querido preguntar si actualmente estamos haciendo exactamente eso o no. Uno de los mejores indicadores para medir esto consiste en ver cuál es el volumen de compras en ropa de la ciudadanía. Porque hay que tener claro que, quien adquiere alguna prenda, lo que está haciendo es renovar su armario y, por lo tanto, renovar y modernizar esa imagen que siempre va a ser tan importante para lograr los objetivos que nos hemos planteado en nuestra vida.
Según una noticia publicada en la página web Business Insider, la pandemia causó un efecto muy negativo en el cuidado de su ropa. De hecho, en el año 2020 se redujo el gasto en moda y calzado en un 29%. Entra dentro de la lógica el hecho de que se redujera ese gasto como consecuencia del aumento de la incertidumbre y de las restricciones que tuvieron que ser promulgadas por las instituciones públicas a causa de la evolución que iba alcanzando la enfermedad con el paso de las semanas y los meses. Lo lógico hubiese sido que la población española hubiera aumentado el gasto en esas partidas de cara al año siguiente.
¿Qué es lo que ha ocurrido realmente después de ese fatídico 2020? Pues que se ha producido una recuperación en el sector y que la gente ha vuelto a tirar de la ropa para modernizar su imagen y seguir apostando por su propia comodidad, como no podía ser de otra manera. Sin embargo, es cierto que esa recuperación ha llegado de una manera más lenta de lo que nos hubiera gustado. Muchos medios de comunicación informaban en el año 2021 que todavía no se habían recuperado las cifras previas a la llegada de la pandemia.
Hay un grupo de población que ha sido clave en lo que tiene que ver con la recuperación de la que estamos hablando. Hablamos de los y las jóvenes, que han tenido una gran incidencia en un sector como el de la moda. Según una noticia que vio la luz en la página web del diario 20 Minutos, los chicos jóvenes gastan unos 400 euros al año de media en prendas de ropa, mientras que las mujeres de edades similares se dejan el doble. Son cifras interesantes y que muestran, a las claras, lo relevante que es para las personas de este grupo de población cuidar de su imagen a través de la ropa que portan.
La ropa es y va a seguir siendo una herramienta imprescindible para mucha gente a la hora de alcanzar esa imagen personal que desea. Y, precisamente por eso, todos los indicadores apuntan a que va a seguir creciendo el gasto de los españoles y las españolas en prendas de ropa de cara a este 2023 y los años que vienen. Así nos lo cuentan desde Liquistocks, que garantizan que la recuperación que se esperaba tras la pandemia ya es una realidad y que la tendencia alcista se va a mantener.
Un mercado en el que España siempre debe ser potente
El sector textil es uno de los clásicos de la economía española, como así ha demostrado a lo largo de toda la historia de nuestro país. Siempre hemos sido una referencia a nivel europeo en lo que tiene que ver con la confección de la ropa y en el consumo que se hace de la misma. Por tanto, tenemos la responsabilidad de seguir por ese camino… y creemos firmemente que lo estamos consiguiendo después de la pandemia, en un momento que, además, está siendo especialmente difícil para mucha gente.
Tenemos la certeza de que esa necesidad de potenciar nuestra imagen personal va a seguir siendo el principal argumento para defender que el sector textil va a disponer de una buena salud en España. Se trata de un sector que ha sobrevivido a la crisis económica que llegó en el año 2007 y a la que ha ocasionado el coronavirus. Por lo tanto, hay motivos para seguir creyendo en las empresas que se dedican a él y en la idoneidad de las prendas que se producen aquí para la gente de nuestro país.