Hacer ejercicio es una de las mejores maneras de gozar de una buena salud. Si al ejercicio físico le añadimos el contacto directo con la naturaleza, los beneficios son todavía mayores. Una de las actividades más fáciles de realizar y adaptables a todo el mundo es el trekking o senderismo por la montaña. Estar en contacto con la naturaleza, produce un efecto calmante en nuestra mente. Por lo que realizar trekking, permite desconectar de la rutina y el estrés diario asociados y ligados, a la vida moderna, produciendo efectos positivos en la salud. Caminar por entornos naturales, rodeado de árboles y montañas, ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, al tiempo que fomenta la sensación de paz y bienestar, a consecuencia de la relajación.
El simple acto de respirar un aire fresco y puro, lejos de la contaminación de la ciudad, ya es capaz de revitalizar mente y cuerpo. La naturaleza y sus incontables sonidos, como el canto de los pájaros, el arrullo del viento o el crujir de las ramas, pueden convertirse en una peculiar forma de meditación. Esta experiencia sensorial calma la mente, mejora la concentración y permite a los trekkers, retornar a su día a día con fuerzas renovadas.
Esta actividad, ha cobrado mucha popularidad en todo el mundo, no solo por la belleza que ofrece el entorno en el que se desarrolla, también por sus múltiples beneficios, tanto a nivel físico como mental. Esta práctica que no es otra cosa que caminar largas distancias, a través de senderos naturales, es una excelente manera de hacer ejercicio y conectar con la naturaleza. Dado que sus beneficios son numerosos, vamos a explorar algunos de ellos y, conocer en qué medida y de qué manera, el trekking, puede mejorar la vida de aquellos que lo practican.
Beneficios para el cuerpo
Esta actividad, involucra la participación de varios grupos musculares, lo que hace que se trate de un ejercicio completo. Como nos cuentan los profesionales del trekking y la aventura de Tabei Adeventure, escaparse a la montaña y recorres sus caminos, conlleva una serie de beneficios más allá de lo que se puede obtener en un gimnasio. Veamos de cuales se trata.
Caminar por terrenos variados como los que ofrece la naturaleza, a través de colinas y senderos irregulares, hace que se produzca un aumento de la frecuencia cardíaca y mejore la circulación sanguínea. Esto contribuyen a que se fortalezca el corazón y se reduzca el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Diversos estudios han demostrado que las personas que realizan trekking de manera regular, gozan de una mejora salud a nivel cardiovascular, si se los compara con los que llevan un ritmo de vida sedentario.
Practicar trekking, no solo mejora el sistema cardiovascular, ayuda a tonificar y fortalecer los músculos, ya que se camina por terrenos inclinados y desiguales. Esta actividad, trabaja en especial los músculos de las piernas, glúteos y abdomen, lo que con el tiempo, lleva a aumentar la fuerza muscular y la resistencia.
A la hora de controlar el peso, el trekking puede ser un excelente aliado. Por tratarse de una actividad que quema calorías, ayuda a que se mantenga un equilibrio energético saludable. Además de que al tratarse de una actividad que se práctica al aire libre, puede resultar más motivadora, llevando a una mayor adherencia a largo plazo.
La lista de beneficios a nivel físico no termina aquí, el trekking, contribuye a mejorar la flexibilidad y la coordinación. Al enfrentarse a diferentes tipos de terreno, dentro de una misma actividad, el cuerpo tiene que adaptarse de forma constante, ayudando a que se desarrolle una mejor conciencia corporal y equilibrio. Esto resulta especialmente beneficioso en las personas mayores, ayudándola a prevenir caídas y lesiones. La variedad de los movimientos que se requieren al caminar por los diversos senderos y sus patrones irregulares, promueve la movilidad articular. Dichos aspectos son esenciales a la hora de mantener un estilo de vida activo y saludable, por lo que los beneficios a nivel físico que reporta el trekking, son de lo más valorados.
A todo esto, hay que añadir la capacidad para fortalecer los huesos. Puesto que la actividad implica cargar el peso del cuerpo al caminar, sobre todo cuando se trata de terrenos inclinados, se produce la estimulación necesaria para formar tejido óseo. Este hecho, ayuda en la prevención de la osteoporosis, resultando especialmente beneficioso para las mujeres postmenopáusicas, con mayor propensión a sufrir esta enfermedad que implica la pérdida ósea.
Beneficios para la mente
Ya hemos visto los múltiples beneficios a nivel físico que produce la práctica continuada del trekking. Ahora toca el turno de los beneficios que produce a nivel de salud mental y emocional, donde tiene un impacto bastante significativo. La conexión con la naturaleza combinada con el ejercicio físico, contribuye muy positivamente a mejorar el bienestar general.
Aparte de la ya mencionada disminución del estrés, practicar trekking, mejora el estado de ánimo. Realizar ejercicio físico, produce la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Estos elementos químicos naturales, tienen la capacidad de mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Además de que el hecho de completar una ruta desafiante, aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo.
La sensación de logro que se lleva a experimentar cuando se alcanza la cima de una montaña o, cuando se completa un sendero complejo, es incomparable con cualquier otra. Este tipo de experiencias, refuerzan la resiliencia personal, al mismo tiempo que fomenta un sentido de comunidad entre los compañeros de caminata. Compartir estos momentos con otras personas, ayuda a que se creen lazos fuertes y duraderos, contribuyendo a la felicidad y el bienestar emocional.
Otros beneficios del trekking
Aunque es una actividad que puede realizarse de manera individual y en solitario, no tiene porqué ser así. De hecho, son muchas las personas que disfrutan de hacer trekking en grupo, fortaleciendo las relaciones interpersonales y creando sentido de comunidad. Unirse a un grupo de trekking o participar en excursiones organizadas, es una excelente forma de conocer personas con intereses similares. Este tipo de actividades, fomenta la camadería y puede llevar a forjar amistades fuertes, sanas y duraderas. Compartir experiencias en la naturaleza, puede hacer que se creen lazos más fuertes entre los participantes.
Las excursiones en grupo suelen incluir actividades adicionales y, este tipo de interacciones, enriquecen la propia experiencia del trekking, permite que las personas se abran y compartan sus vivencias y se crea un ambiente de confianza y apoyo mutuo.
A largo plazo, practicar trekking, implica una serie de beneficios para la salud y el bienestar personal. A medida que la actividad se convierte en un hábito, es posible observar cambios positivos en la calidad de vida, como la prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo dos y la hipertensión. Mantener un estilo de vida activo, es fundamental para prevenir y manejar estas dolencias. El trekking es una manera accesible y agradable de mantenerse en movimiento y ejercitar el cuerpo.
Por otro lado, diversos estudios, demuestran que las personas que realizan actividad física de forma regular, tienden a tener una vida más larga y con una mejor calidad de vida. El trekking, por tratarse de una forma de realizar ejercicio sostenible y agradable, puede ser una de las mejores opciones para los que buscan prolongar su vida y disfrutar de una mejor salud.
Para aquellos interesados en comenzar en la andadura del trekking, vamos a concluir el artículo, con una serie de consejos para facilitar la experiencia y maximizar los beneficios.
Lo primero de todo, elegir bien el equipo y que sea adecuado. Contar con el equipo necesario, es esencial para poder disfrutar del trekking. Unas buenas botas, ropa cómoda y adecuada al clima, junto a una mochila ligera, resulta esencial. Se aconseja llevar agua y algunos tentempiés saludables para mantener los niveles de energía durante la caminata.
Las primeras excursiones, deben ser sobre terrenos sencillos y con rutas cortas. A medida que se gane confianza y resistencia, se puede (y se debe) explorar senderos más desafiantes y complicados. Los expertos aseguran que es muy importante escuchar al cuerpo y no sobrecargarlo, sobre todo cuando se está empezando.
Una buena opción es unirse a grupos de trekking, de manera que se aprenda sobre la actividad y se pueden conocer a otros entusiastas del trekking. Participar en excusiones guiadas, proporciona orientación y hace que aumente la seguridad durante la práctica. El trekking no es solo una actividad al aire libre, es una forma de mejorar la salud física y mental. Empezando por el fortalecimiento del sistema cardiovascular y acabando por la reducción del estrés, ya hemos visto todo lo que este ejercicio, puede hacer por nosotros. Fomentar la conexión con la naturaleza es otro de los añadidos de esta excelente actividad, apta para todo tipo de personas y edades. Siempre y cuando, se escojan las rutas adecuadas para cada nivel y experiencia, así como la edad.
Disfrutar de esta actividad siempre es mejor si se hace con un equipamiento adecuado y se cuentan con los conocimientos necesarios. En caso contrario, los grupos de trekking, son una excelente opción para iniciarse y, mantenerse en el mundo del trekking.