Hay tendencias que, realmente, terminan dejando de ser tales para convertirse en verdaderas tradiciones que captan más y más adeptos conforme pasan los años. La vida y la cultura dan muchas vueltas al cabo de algunos años y la verdad es que las personas cada vez tenemos menos problemas para adaptarnos a esa gran velocidad a la que gira todo a nuestro alrededor. Uno de los mejores ejemplos que tenemos para hablar de ello es una moda como Halloween, que empezó siendo celebrado por una pequeña parte de la población hace algunas décadas y que ahora es un verdadero acontecimiento para mucha gente tanto en España como en el resto de Europa.
La diferencia principal con respecto al Carnaval que acabamos de celebrar reside en que esta fiesta viene siendo típica de nuestro país desde hace muchos siglos. Halloween llegó paulatinamente durante el siglo XX y ya se ha instalado en rojo en los calendarios de muchas personas que disponen de diferentes condiciones sociales, económicas y culturales. La fiesta de la noche del 31 de octubre ya compite de tú a tú en número de adeptos y adeptas con Carnaval… y eso que solo venía para ser una tendencia temporal. Está claro que ya es mucho más que eso y que ha venido para formar parte de nuestra cultura.
No debemos caer en la trampa de comparar nuestro Halloween con el de Estados Unidos. Una noticia publicada en el portal web Interempresas aseguraba que el gasto en disfraces de Halloween en este 2022 era de 3.600 millones de dólares para principios del mes de octubre. Lógicamente, en nuestro país no podemos aspirar a tener una facturación tan alta en materia de disfraces de Halloween, principalmente a causa de que no somos un país con una población de más de 300 millones de habitantes, como ocurre en el caso del gigante norteamericano.
Acabamos de pasar Carnaval y cada vez se tiene más la sensación, en los sectores relacionados con él, que Halloween está a su altura. La del 31 de octubre es una fiesta que ha dejado de ser una tendencia y que ya se espera con mucho deseo tanto en España como en otros países de nuestro entorno. Así lo corroboran desde La Casa de los Disfraces, quienes nos aseguran que la facturación en la venta de disfraces lleva siendo más alta en Halloween que en Carnaval desde, aproximadamente, 2016. Y las diferencias se agrandan. Halloween 2022 parece haber superado al Carnaval 2023 y eso empieza a no ser fruto de la casualidad.
¿Por qué preferimos Halloween al Carnaval?
La respuesta a esta pregunta no está clara y depende de la visión de cada cual. Nosotros creemos que, cuando se ofrece una visión temática de una fiesta, como ocurre en el caso de Halloween con el terror, se consiguen mejores resultados. El Carnaval ofrece más libertad y esa es la explicación de su éxito (porque el hecho de que haya sido superado por Halloween no quiere decir que haya fracasado ni mucho menos). Pero el terror, que es un tema tabú durante todos los demás momentos del año, llama lo suficiente la atención como para ser el rey de los disfraces al cabo de un año.
No cabe la menor duda de que el terror es un aspecto que casi todo el mundo decide tomarse en serio. Se suele hablar muy poco (aunque más que antes) de temas que tengan que ver con él y precisamente por eso, cuando llega su momento de protagonismo, todo el mundo quiere formar parte de él. Es completamente lógico que así sea.
Sea cual sea nuestra percepción y la fiesta que decidamos vivir con más intensidad, lo importante debe seguir siendo disfrutar de un momento tan especial y de las personas con las que nos rodeamos. La vida no está como para desperdiciar la oportunidad de echarse unas risas o de ser felices, así que tenemos que agarrar esa oportunidad y exprimirla al máximo. Si no lo hacemos, vamos a terminar arrepintiéndonos más pronto que tarde. Y seguro que nadie quiere tener esa percepción, ¿verdad?
Lo que también resulta positivo y que nosotros vemos como la principal ventaja de la celebración de fiestas como lo son Halloween o Carnaval es que se trata de momentos de ocio y disfrute para todo tipo de personas. Ya sabemos de sobra que los niños son los que más disfrutan de esto, pero es evidente también que cualquiera de esos dos momentos del año supone una oportunidad para las personas de mediana edad e incluso para la gente mayor, que ha estado acostumbrada a disfrazarse en Carnaval pero que también está abrazando una costumbre como la que rodea al 31 de octubre. ¡No nos resulta extraño para nada!