Al menos eso nos han hecho creer desde tiempos remotos. Otra cosa es que sea cierto. Existe una leve discrepancia en esta afirmación: depende del tipo de música que se escuche o interprete. Evidentemente, no es lo mismo escuchar heavy metal o bacalao hard core, por no mencionar el reggaeton que a más de uno crispa los nervios, que escuchar melodías tocadas al piano o baladas. No es solo una mera cuestión de gustos, lo mismo que hay música que amansa a las fieras, la hay que las incita y hace que el esqueleto se mueva libremente.
Música para pensar, música para soñar, música para bailar… es lo bueno de este arte melódico que eleva los sentidos y nos mueve de tal manera que difícilmente puedes escapar a su magia. Escuchar música es algo que puede hacerse en cualquier momento, no requiere ningún tipo de esfuerzo, ni siquiera atención si la pones como telón de fondo para tú día a día. En cualquier caso, la música es una de esas maravillas creadas por el ser humano que, alimenta el alma y aporta numerosos beneficios a nivel mental y físico, sobre todo cuando eres tú quien la interpreta.
Nada como tocar un instrumento para dejarse llevar por la armonía de las notas. Interpretar una partitura, sea propia o de algún músico popular, conlleva grandes dosis de concentración y aprendizaje lo que se traduce en notables beneficios en todos los sentidos. Kristina, profesora de piano ha sido testigo de cómo sus alumnos han evolucionado a todos los niveles al mismo tiempo que aprendían a tocar el piano y perfeccionaban la técnica. Junto a ella, vamos a repasar los numerosos beneficios que aporta tocar el piano aunque en gran medida puede aplicarse a cualquier otro instrumento musical.
Tocar el piano, un impacto positivo
Sin duda, el piano es uno de los instrumentos musicales más icónicos y versátiles. Capaz de fomentar la imaginación y atrapar los corazones de millones de personas a lo largo y ancho del planeta, se trata de un instrumento capaz de conquistar a todo aquel que se sienta frente a él. Es tal el potencial de este instrumento en particular que aprender a tocarlo, conlleva un impacto positivo a nivel de salud tanto física como mental.
No importa si quien lo toca es un aprendiz o un pianista profesional. Pasearse por sus teclas propicia el bienestar, fomenta la imaginación y la creatividad, ayuda a mejorar la coordinación y ofrece una vía para expresarse emocionalmente sin necesidad de recurrir a las palabras.
A modo de resumen, detallaremos los beneficios que aporta a nivel mental, físico, social y emocional. Posteriormente, profundizaremos en algunos de esos beneficios.
Para empezar citaremos los beneficios mentales que produce como por ejemplo reduce el estrés, fomenta la estimulación cognitiva y la creatividad y, aumenta la autoestima. A nivel físico mejora la coordinación y motricidad, desarrolla la fuerza y agilidad de las manos y corrige la postura mejorando la salud de la columna vertebral. Si pasamos al estrato social, fomenta las habilidades sociales y facilita las oportunidades de enseñanza y mentoría. Como catalizador emocional, permite expresar las emociones y proporciona una inigualable sensación de logro y satisfacción personal.
En el caso particular de los niños, aprender a tocar el piano implica obtener una serie de beneficios bastante importantes. En lo que a desarrollo cognitivo respecta, tocar el piano, estimula varias áreas del cerebro, razón por la cual mejora habilidades cognitivas como la memoria, la concentración y la capacidad de resolución de problemas. Esto, evidentemente, puede contribuir positivamente a mejorar el rendimiento académico y tener mayor facilidad a la hora de aprender cosas nuevas.
Para practicar el piano, es necesario contar una buena y precisa coordinación. En el caso de los más pequeños, la práctica continuada del piano, ayuda a desarrollar la destreza necesaria y la agilidad manual correcta, mejorando la coordinación motora fina. Esto puede ayudar a que los niños mejoren en otras actividades como la escritura y los deportes.
El esfuerzo, el tiempo y la práctica requerida para tocar el piano, necesita grandes dosis de paciencia y disciplina que a los más pequeños, puede beneficiar aplicando estas cualidades en otros aspectos de su vida. Lo mismo que sucede con la expresividad creativa y emocional que les permite el piano. Mediante la música pueden explorar y comunicar sus emociones, ayudando a desarrollar su inteligencia emocional y aprender a mejorar sus emociones.
Todo esto, sin olvidar algo muy importante en cualquier momento de la vida, pero que en los niños es crucial, tocar el piano favorece un aumento de la autoestima. Permite alcanzar metas musicales como el aprendizaje de una partitura o mejorar la técnica. Estos factores proporcionan una sensación de logro que se traduce en un aumento de la autoestima y la confianza en ellos mismos. Como bien sabemos, una buena autoestima tiene un impacto positivo en otras áreas de la vida.
Efectos positivos del piano a cualquier edad
Son muchas las actividades que no tienen edad. La música es una de ellas. Aprender a tocar un instrumento no es algo que solo se pueda hacer en la infancia. Aunque el mejor momento para aprender siempre es cuando se es niño, nunca es tarde si la dicha es buena. Está más que probado que las personas que tocan algún instrumento musical, mejoran su vida a nivel personal y profesional. Esto se debe a que al tocar, en este caso, el piano, se desarrollan ciertas habilidades que ayudan a mejorar otras parcelas de la vida. Como ya hemos visto en los niños, en la edad adulta, la práctica del piano, conlleva igualmente, una serie de beneficios.
Veamos que habilidades destacan en los músicos y pianistas para que sus vidas sean mejor en todos los aspectos. Aunque como se puede comprobar, coinciden en gran medida con las habilidades que desarrollan los más pequeños.
Una de las cualidades más destacables que implica tocar el piano con continuidad, es la concentración. Al tocar el piano, hay que prestar atención al ritmo, el tono, el tempo, la duración de las notas, etc. Aunque se disfrute del ejercicio, tocar una melodía pone a prueba la concentración a todos los niveles. El nivel de concentración es tal que cuando un músico se dispone a coger su instrumento, el cerebro se dispara ya que es una de las pocas actividades que estimula todas las áreas del mismo de forma simultánea.
La perseverancia es otra de esas habilidades que proporciona tocar el piano. No basta con tocar un rato de vez en cuando o tirar la toalla si la pieza no suena como debe. Aprender canciones requiere tiempo, esfuerzo y constancia. Hasta que no se aprende a tocar la melodía con soltura y de memoria no se debe parar. Pueden pasar días o semanas, pero la motivación sigue presente, se aprende a tener paciencia y aumenta la perseverancia. Habilidad muy necesaria en otras parcelas de la vida.
Al mismo tiempo se impone la disciplina. Tocar el piano puede ser un desafío pero requiere una práctica frecuente y un trabajo duro. Aquí se trabajan al mismo tiempo la citada perseverancia y la necesaria disciplina. Para tocar bien el piano solo existe una norma: practicar, practicar, practicar y seguir practicando. Salvo los virtuosos que tocan como si hubieran nacido con el piano, que también practican lo suyo, el hábito de la práctica y la perseverancia son imprescindibles. Para ello, la disciplina se impone.
Otro aspecto beneficioso del piano es que ayuda a gestionar el tiempo de mejor manera. Optimizando los tiempos de dedicación para cada activad de manera que el piano siempre tenga su momento. Para muchos, las agendas están más ceñidas que apretadas, pero como el día no se puede estirar y viene con el tiempo encorsetado, es necesario gestionar bien el tiempo disponible. Siempre hay que buscar el hueco para practicar al menos veinte minutos.
Por supuesto no podíamos pasar sin mencionar como tocar el piano contribuye a mejorar la inteligencia emocional. Estimula el oído de manera que propicia las relaciones e interacciones sociales. Las emociones no solo se ven en los gestos de la cara o el lenguaje corporal, el tono de la voz, la rapidez al hablar, la melodía… son parte de la partitura emocional del alma. Las personas que tocan un instrumento, deben aprender a escuchar cada matiz que sale en forma de sonido. Este factor, ayuda a escuchar mejor y no solo las notas del piano, por lo que fácilmente los músicos interpretan de mejor manera las emociones de los demás.
En último lugar, debemos señalar como el piano contribuye a mejorar la memoria. Estimula el cerebro en la medida que se aprenden y tocan las canciones. Como si de un músculo bien entrenado se tratara, las zonas estimuladas del cerebro, aumentan su tamaño y, por lo tanto, su actividad. En particular las zonas responsables de la memoria auditiva se desarrollan más y mejor en los músicos. Razón por la cual, la capacidad de memorizar la información auditiva se ve mejorada.
Visto lo visto, todo el mundo debería tocar un instrumento, el piano es una excelente elección para obtener esta serie de beneficios, pero sin duda, cualquier instrumento proporciona beneficios notables.